martes, 4 de enero de 2011

Reflexionado acerca del voto electrónico...

Seria imposible no reconocer los beneficios y ventajas que proporcionan las TIC en nuestras vidas: la lista seria interminable. Aun así, ¿os imagináis que algún día ya nadie vote presencialmente, que todos lo hagamos de forma remota? La verdad, a mi me cuesta un poco. Parece que el actual sistema de voto presencial, al menos el que yo conozco, en España, no es que se ponga en duda pero si que hay sectores que instan a la introducción del voto electrónico como solución hacia mejoras cualitativas y cuantitativas significativas y diversas, que estoy seguro que las hay. No soy un experto en la cuestión pero uno puede formarse una opinión al respecto gracias al desarrollo del tema que se puede encontrar navegando en Internet: blogs temáticos, observatorios, artículos de expertos, tesis, libros, etc… En cualquier caso, mi sensación, mi opinión, la de un de simple y humilde ciudadano que va a votar (o no), usuario habitual de las TIC (creo por tanto situarme en el lado positivo de la famosa brecha digital) me planteo la cuestión: ¿es necesario cambiar de sistema? A lo mejor lo que hace falta es racionalizar el actual en aspectos como por ejemplo el coste: seguramente habrá expertos gestores que sean capaz de hacerlo, ¿o a caso el sistema electrónico seria más económico?. El tema medioambiental que he observado en alguna información me parece simplemente demagógico: el papel de las papeletas no creo que sea la debacle del ecosistema, pero en cualquier caso se puede mejorar (si se puede votar remotamente se podrá hacer papeletas reciclables o algo por el estilo, no?).. Por lo que se refiere al escrutinio, al menos en España me da la sensación que es bastante rápido y fiable (siempre mejorable claro). ¿Se aumentará la participación?. ¿La oferta de canales aumentaría la participación? ¿Eso lo puede saber alguien? Personalmente pienso que este tema requiere de otras soluciones o recetas ajenas al sistema de votación y que nada tienen que ver con las TIC. En cuanto a la seguridad, opino que no depende de los sistemas (que tienden a la eficiencia) sino finalmente de las personas. Y del anonimato, más garantizado que presencialmente no creo que pueda lograrse. He leído que los expertos aconsejan una introducción que debiera ser gradual, de coexistencia de ambos sistemas, pero, ¿eso no conllevaría doble gasto? Finalmente y aunque seguramente todo estaría previsto, ¿que pasaría si se convocaran elecciones introduciendo el nuevo sistema y hubiesen problemas (averías, desconexiones,… etc.)?.

Parece que este en contra del voto electrónico pero es que me parece que quizá no todo deba pasar estrictamente por el uso de las TIC. Además, en el caso concreto del voto electoral, pienso personalmente que es una sana tradición desplazarse a la urna y que los esfuerzos en potenciar la democracia quizás debieran enfocarse hacia otros aspectos, sin por supuesto, dejar de mejorar el actual sistema. Y es que, con todos los respetos, no tiene porqué ser todo “ciber” o “e-”, ¿no? ¿Qué opináis?

Saludos.

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